El coito es una práctica sexual que se da a medida que avanza la edad y, por tanto también, las relaciones íntimas con otra persona. Lamentablemente, se ha convertido en el objetivo de cualquier relación sexual.
Parece interpretarse que unas relaciones sexuales no son completas si no finalizan en alguna forma de penetración, vaginal o anal. Sin embargo, es importante transmitir un concepto más integral de la sexualidad según el cual sería conveniente:
- Romper el concepto o norma que establece una íntima relación entre sexualidad-genitalidad penetración o coito.
- Ampliar las expectativas de obtener placer, situando el orgasmo y la eyaculación como un componente más, no el único ni el mejor.
- No reducir las potencialidades sexuales al acto sexual, valorando la variedad de manifestaciones sexuales de cada persona.