Aún así, está claro que la salud de la mujer merece una atención específica. Por un lado, porque algunas características biológicas las hacen diferentes y demandan una atención especial. Por otro lado, porque el rol protagonista que las mujeres asumieron tradicionalmente en el cuidado del resto de los integrantes de la familia ha hecho que muchas veces dejaran en un segundo plano el cuidado de su propia salud.