La salud no es algo que se limite exclusivamente a los aspectos físicos. La propia definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo señala claramente: salud es el estado de bienestar físico, psíquico y social, y no solo la ausencia de enfermedad.
La salud mental es la capacidad de las personas y los grupos para enfrentar los problemas que les presenta la vida con creatividad, así como la capacidad para expresar, dar y recibir afecto. Es también cuidar y cuidarse; proteger a los más débiles; aceptar las diferencias y enriquecerse con ellas; tolerar las limitaciones propias y de los otros, y también las que nos imponen las condiciones de vida, pero sin resignarse. La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales, sino saber vivir con buena calidad de vida.
Como se puede apreciar, la salud mental incluye un doble componente: el de nuestro bienestar como individuos, que se centra en el componente psíquico, y el de nuestro bienestar en las relaciones con los demás, que se centra en el componente social. De todas formas, es necesario tener en cuenta que ambos aspectos están muy relacionados, porque es evidente que nuestro bienestar individual tiene mucho que ver con las relaciones que establecemos con las personas con las que compartimos nuestro día a día.
Redacción:Mag. Hernán Díaz. Periodista Sanitario. Director de Comunicación de FUNDADEPS. Docente del Experto en Comunicación Social y Salud (Universidad Complutense de Madrid).
Fecha Creación:11/04/2011
Fuentes:(1) Organización Mundial de la Salud. (2) Crecer en Familia. Cardozo A., Basteiro S. y de la Aldea A. Cuadernos de Educación para la Salud. Ediciones Envida, 2004.